DE PIJA A PAPAYA

Amanecí rascándome el huevo izquierdo a las seis de la mañana ese domingo que pedí el deseo más absurdo de mi vida. Me levante y fui directamente a la ventana que me maravilla con las enormes nalgas de mi vecina. Mi vecina es Emilia a la cual me la he traído a la cama sin su permiso, aunque ella es consciente. Veo a Emilia sentada en el corredor de su casa usando un shorts de color naranja, una camiseta de color rosa que le hacia ver los pezones de los 34c que tiene. Ella estaba comiendo una manzana y advirtió que la veía, levanto su mano y me dijo con la manzana en la boca:
_Je Jiras?
Yo cerré la ventana y harto de que ella no me hiciera caso opte por pedir el deseo mas idiota de mi vida. Fui donde Don Armando el gurú de mi pueblo.
_Buenos días Don armando.
_Pase adelante mijo, tome asiento.
_En que le puedo ayudar.
_Aunque usted no lo crea, Don Armando… quiero que haga todo lo posible por convertirme en una mujer atractiva, deseada por los hombres.
_Pucha, y es que usted se ha vuelto loco, para que quiere ser mujer?
_La verdad quiero saber porque a las mujeres les gusta que las rueguen, que las beatifiquen como si fuera una obligación del hombre el cortejo asociado con la insistencia.
_ Pero si lo convierto en mujer, se ira usted para otro pueblo o piensa permanecer aquí?
_ Yo me quedo aquí al fin y al cabo nadie va a saber que soy yo, y pienso llamarme Jazmín.
_Si no se va de este pueblo tenga cuidado con Rubén el muchacho del establo, el tiene fama de tener una verga de doce pulgadas y media.

Al escuchar lo que me dijo el gurú, se me hiso un nudo en el culo, y me entro mas la curiosidad de si es mejor grande que pequeña.
_Tómese esta pócima a las doce de la noche, duérmase y por la mañana será la mujer mas apetecible por los hombres, será coqueta, y atractiva
Ese domingo regrese con la pócima y esperé hasta que fuera media noche para tomarla. Estaba inquieto, tenia nervios… ya casi estaba arrepentido, me tome unas cuantas cervezas y puse la alarma a las once y media para así tener media hora para pensar si tomármela o no. No se me borraba el nombre de Rubén Castellón, no tenia ni idea de quien era el, mi pueblo es pequeño casi todos nos conocemos pero yo me la había pasado trabajando todo el tiempo. Un amigo que se llama Roberto me llamo y me dijo:
_Hey brother mira el canal 32 están pasando una película de las buenas…de las que nos gustan.
Fui a la tele y vi el canal que Roberto me había dicho. Había una película pornográfica y se llamaba las pijas maravillosas. Vi a unos hombres con semejantes toletes y me daba miedo, no sabia si de mujer me gustarían. Me dormí un rato y de repente suena la alarma y ya eran las once y treinta. Me tome la pócima y me encomendé a Dios. Me dio tanto sueño que no pude contenerme y me dormí. A las seis de la mañana como de costumbre me quise rascar el huevo izquierdo y me lleve la sorpresa que los dedos se me fueron hacia adentro y comprobé que tenia una papaya de las que siempre me quería comer cuando era hombre. Era apretadita de color canela pero ya no me apetecía tanto porque era mujer, pero me gustaba lo que veía. Me fui al espejo y me vi completamente desnuda. Mis labios se parecían a los de Angelina Yoli Mis ojos eran picaros y pequeños, mis pechos eran 36B, mis nalgas eran las que cualquier hombre quería comer…era extremadamente guapa. Me dirigí al baño y cuando pase el jabón por mi entrepierna sentía un placer que no lo sentía siendo hombre. Me masturbe con mucha delicadeza, a diferencia de cuando yo era Ricardo que me la jalaba como si no fuera mía. Esa vez disfrute de mis dedos, pero no hallaba en que hombre concentrarme quien seria mi musa para culminar mi proyecto de masturbación por primera vez como mujer. Entonces pensé en la verga de Rubén Castellón…doce pulgadas y media y a decir verdad me aterraba un poco. Me la imaginaba dentro de mí y en ese momento llegaban a mi chispazos de hombre como que la pócima aun no había terminado su propósito. Se me hiso difícil salir del cuarto ya que solo tenia ropa de hombre cuando yo era Ricardo. Sin embrago mis encantos naturales de fémina hacían que luciera hermosa aun usando las botas de cocodrilo un jeans roto una camisa de Marilin Manson y una cadena de calaveras. Vi un salón de belleza entré y les pedí que me pusieran linda y ellas me ayudaron con el vestuario. Me veía regia, a los hombres se les hacia agua la verga y me sentía orgullosa porque a mis treinta y tantos años era una mujer virgen. Pasé por una construcción y habían unos albañiles que me lanzaron sus mejores piropos, uno de ellos silbô primero:
_Fuits, Fuittttttssss, adiós amor…dame la dirección de tu ginecólogo para ir a chuparle dos dedos.
Mientras el otro albañil se hacia la gorra para atrás y me decía:
Hola trigueña, me gustaría que me guardaras la verga… y luego se reía, mientras un hombre apuesto les reclamô por semejante descaro conmigo y me dijo:
Hola preciosa no les hagas caso que son unos vagos... me llamo Rubén Castellón, para servirte. Yo volteé lo vi de pies a cabeza y me interese en ver su entrepierna. Era algo simplemente fuera de lo normal algo extraordinario, una verga que se le ceñía en su pantalón de mezclilla. El advirtió mi asombro me vio a los ojos y me lanzo una mirada coqueta. Yo sentí pena. Pena que nunca hubiese sentido si hubiera sido cuando era hombre. Mi delicadeza femenina y mis valores hicieron que me fuera del lugar mientras sentía húmeda la papaya.
Me hice de unas cuantas amigas, Doris y Fátima. Ellas me consiguieron un empleo como secretaria ya que con mi cambio ya no podía seguir trabajando como portero de la selección de honduras.
Una noche decidí ir al Paraíso, una disco que se encontraba en el centro de la ciudad.
Todos los hombres me veían justamente las nalgas. El Dj tocô un reggaetón y sentí un aire en mi cuello y una vos que me decía:
_Bailamos jazmín?
Yo mire hacia atrás y era el… Rubén el de la verga enorme, me estaba invitando a bailar. Me dio un poco de miedo pero accedí. Era un hombre de unos treinta y cinco años uno ochenta de estatura era fornido. Bailando el reggaetón de Daddy Janky Rompe, Rompe, Rompe, sentí como me arrimaba el tolete al culo…empecé a sudar y sentía escalofríos por todo el cuerpo. Me invitô a unos cuantos tragos de tequila cuervo y lucia bien amable y tenía esa emulsión de anacoreta y saltimbanqui.
_Como sabe mi nombre? Le pregunté
_Cuando estoy interesado en alguien que me gusta hago todo lo posible por saber todo.
Yo en mi mente me preguntaba. Sabrá que estoy virgen, sabrá que me da miedo, y lo peor de todo, sabrá que soy el portero de la selección... con ganas de verga?
Entre trago y trago me fui poniendo mas coqueta, el me tocaba la pierna con su mano izquierda. Ya me sentía mareada.
_Te invito a mi departamento me dijo, mientras me guiñaba el ojo y vi su mano derecha acariciando su semejante pija.
El alcohol y la curiosidad me empujaron a decir que si.
-Si vamos pero luego me llevas a casa, le dije.
_Claro que si preciosa te aseguro que te va a gustar, me dijo… y me tocô la mejilla un poco fuerte y se froto las manos.
Llegamos a su apartamento, me dio las llaves de la puerta y me dijo:
_Ábrela tú, quiero ver los deseos que tenes de probar esta verga.
Me temblaba la mano y lo vi a los ojos

CONTINUARA…